La cédula de habitabilidad de una vivienda es un documento que acredita el cumplimento de los requisitos mínimos para que un espacio pueda ser habitado por personas a nivel de salubridad, higiene y solidez.
Está legalizada por las comunidades autónomas y caduca a los 15 años de ser emitida. En esta acreditación se regula la superficie útil, mínima, de los espacios de la vivienda así como el equipamiento mínimo que debe tener: inodoro, cocina, agua caliente, etc. Los requisitos no son muy exigentes así que lo más habitual es que las viviendas cumplan los mínimos.
Según la Ley 18/2007 este documento se exige cuando se alquila o se vende un piso y además al contratar y dar de alta los servicios de agua, luz y gas.
Si no dispones de la cédula de habitabilidad o la tienes caducada, puedes contactar con un Arquitecto técnico, este realizará una inspección visual al inmueble y comprobará si cumple o no con la normativa actual.
Una vez se disponga del Certificado, se tiene que entregar a la administración que corresponda junto con el resto de documentación necesaria. La respuesta a este trámite no suele demorarse más de un mes, aunque depende de cada Comunidad Autónoma.